¿Son negocios y ciudades los mayores adopters del IoT?
El Internet de las Cosas será el mercado de dispositivos más grande del mundo y un nuevo estudio pone a ciudades y negocios como los principales adopters.
por Ricardo Vega el 14 de mayo, 2015
Las ciudades inteligentes o "Smart Cities", permiten hacer uso de los
recursos de la ciudad de una manera adecuada e inteligente. El término, cada vez
más de moda, se engloba dentro del Internet de las Cosas y promete dar solución
no sólo a nuestros actuales problemas urbanos sino también a los futuros.
Si miramos las estadísticas, vemos como para el 2020, se prevé que más del 70%
de la población mundial vivirá en ciudades. O lo que es lo mismo, gran parte
de la humanidad vivirá concentrada en lugares donde vamos a precisar tener
optimizados los recursos. Estos cambios harán que nuestros niveles actuales de
tráfico parezcan una broma de aquí a unos años. Al igual que con el tráfico, la
creciente concentración de la población trae asociados otras necesidades que
debemos afrontar con cierta previsión antes de que nos veamos sobrepasados por
la situación. Ejemplo de estos retos pueden ser el aumento del consumo, una
mayor movilidad, la necesidad de reducir nuestra huella ambiental, el objetivo
de estimular la innovación local aportando nuevos servicios sociales y
económicos o el incremento de participación en las decisiones que se toman de
una forma sostenible. Podemos pensar en las ciudades como sistemas complejos
en tiempo real capaces de generar grandes cantidades de datos. Las Smart
Cities buscan hacer un uso inteligente de estos datos de la mano de las TIC para
facilitar hacer frente a estos retos que nos afectan de una forma transversal.
Para ello, conectan la información del ciudadano con una maraña de sensores
y combinan dicha información para hacer una optimización de los recursos
existentes más eficiente.
Las Smart Cities tienen una visión integradora e innovadora a la hora de
presentar soluciones a estos retos, evolucionando hacia un modelo eficiente de
gestión. Según las primeras estimaciones, las ciudades, contarán en 2020 con más
de 50.000 millones de sensores que aportarán 1.800 millones de Petabytes de
datos.
Este conjunto de datos nos aportará información acerca del estado del tráfico,
los niveles de CO2, incidencias imprevistas, información meteorológica en tiempo
real, la calidad y estado de las redes de suministro de agua o luz y un largo
etcétera. Es fácil fantasear con los beneficios que podremos obtener
fácilmente gracias al constante flujo de datos; desde líneas de transporte
público reforzadas o creadas específicamente para ciertos eventos que se adaptan
de forma automática y dinámica a las necesidades de la ciudad a avisos más
rápidos a los residentes ante emergencias o situaciones inesperadas. Como habrás
podido observar, y al igual que le ocurren a muchas soluciones del Internet de
las Cosas, el concepto Smart City hace un fuerte uso del Big Data para
procesar estas enormes cantidades de información. Relativo a los datos también
tenemos el siempre conflictivo
tema de la privacidad, aunque en
principio no deberían existir problemas ya que estos datos deberían ser
anónimos. Según mi opinión, el concepto ciudad como lo entendemos hoy mismo está
obsoleto. Necesita cambiar y optimizarse aprovechándose de las ventajas
de las nuevas tecnologías. Debemos ser capaces de reducir la contaminación y los
atascos, dando mayor prioridad a medios de transporte público o a alternativos
como las bicicletas, aprovechar las farolas y cabinas telefónicas para instalar
sensores, puntos de acceso creando una gran red de datos que alimente el
correcto funcionamiento de la ciudad, integrando en todo ello el uso
de energías alternativas. [caption id="attachment547" align="aligncenter"
width="1000"]
Energía Eólica[/caption] En España, también tenemos ciudades que han mostrado
su interés como Santander, Barcelona, Málaga o Valladolid. Hay quien habla del
nuevo 'boom' español
ya que la Unión Europea, en pro de la innovación tecnológica, está financiando
generosamente muchos de estos proyectos "smart". Sinceramente, espero que está
corriente se sepa materializar en todos los beneficios que promete y no acabe
siendo una gallina más de los huevos de oro que acabemos convirtiendo en nuestra
nueva forma de _sacar dinero. Ya he empezado a escuchar a personas que mezclan
conceptos que desde mi punto de vista no tienen nada que ver emborronando el
debate sobre cómo aprovechar mejor las "Smart Cities". Por un lado, tenemos el
concepto Smart City, proponiendo soluciones a los principales problemas de
las ciudades, y por otro, el cómo vamos a adjudicar estos proyectos y con qué
objetivos. ¿En tu ciudad hay algún proyecto relacionado con "Smart Cities"? Si
me sigues desde fuera de Europa, como se ve el desarrollo de este tipo de
tecnologías en tu país? Como siempre, te invito a participar utilizando los
comentarios y a compartir esta entrada en tus redes sociales. ¡Un saludo!
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