¿Cómo el Internet de las cosas cambiará nuestras vidas diarias? ¿Qué impacto
tendrá en nuestro futuro sostenible? Hay muchas preguntas concretas a
responder relacionadas con el Internet de las Cosas y mucha información en la
red, tanta, que estamos totalmente saturados. Hoy puede ser un buen día para
sintetizar toda esta información. [caption id="attachment_1998"
align="aligncenter" width="640"]
Vía
Flickr[/caption]
Probablemente desde la década de los 90s, donde los políticos se referían a
Internet como "la autopista de la información", no existía un término
tecnológico que haya creado tanto revuelo en tantos sectores de la población.
Por eso, me he propuesto crear este post con las 6 preguntas sobre el Internet
de las Cosas que me parece más interesantes y aportan una visión global de esta
tecnología.
¿Qué efecto tendrá el Internet de las Cosas (IoT) en nuestras vidas diarias? De hecho, actualmente ya estamos notando este impacto. Gartner tiene un famoso estudio, muy nombrado cuando se habla de Internet de las Cosas, donde cifra en 4.900 millones los dispositivos conectados en 2015, mientras que para 2020 esta cantidad se disparará hasta los
25.000 millones. Pero, ¿que son estos dispositivos? No debemos fijarnos sólo en móviles o luces inteligentes, tenemos disponibles una gran variedad de objetos que podemos considerar dentro del Internet de las Cosas, como controladores de flotas, coches inteligentes, sistemas de monitorización y control de prácticamente cualquier cosas (desde centrales nucleares al líquido de frenos de tu vehículo), casas inteligentes, equipamiento médico de nueva generación, robots y un largo etcétera.
¿El IoT trabaja sobre el propio Internet o tienen su propia red dedicada? [caption id="attachment_1994" align="aligncenter" width="640"]
Vía Flickr[/caption] La interoperabilidad entre varios estándares
inalámbricos y de red sigue siendo a día de hoy un problema y fuente de eternos
foros y debates que buscan una convergencia. En este sentido, debido a la
protección de patentes y creación de sistemas cerrados, muchas compañías usan
sus propios y privativos protocolos de comunicación. Sin embargo, según mi
opinión, sería mucho más provechoso un mercado colaborativo donde se pudiera
crear un verdadero estándar que recogiera las fortalezas de los ecosistemas
creados en una gran variedad de industrias para así evitar una innecesaria
fragmentación que aporta una** gran inseguridad al comprador** a la hora de
seleccionar o no una alternativa. Además, desde el punto de vista económico, el
abaratamiento de los precios necesario para convertir el Internet de las
Cosas en una tecnología de uso masivo proviene, precisamente, de la capacidad de
la industria para fabricar a gran escala; y para llevar a cabo este tipo de
fabricación necesitamos convergencia en las tecnologías empleadas. Hoy por hoy,
en el mercado nos encontramos con tecnologías como Wi-Fi, NFC, GSM, Zigbee,
Z-Wave o Bluetooth que sirven de soporte para las comunicaciones del Internet
de las Cosas.
¿Qué ocurrirá en términos de pérdida de habilidades y puestos de trabajos al tener dispositivos mejores? Existen diferentes estudios como este encargado por el Parlamento Inglés, que cifran en un 35% aproximadamente el porcentaje de puestos de trabajo perdidos a causa de la automatización durante los próximos 20 años. [caption id="attachment_1989" align="aligncenter" width="640"]
Vía Flickr[/caption] Hace
no mucho hablé de esta problemática en el post sobre
los riesgos de la Inteligencia Artificial. Una reflexión
extra que me gustaría aportar a lo que ya comenté en ese post es sobre lo que
algunos llaman "La Segunda Era de las Máquinas". Trabajo, progreso y prosperidad
de la mano de las brillantes nuevas tecnologías requerirán de un cambio de
habilidades humanas y para que esto sea posible, es necesario un cambio
educativo profundo también. Las probabilidades que tenemos todos nosotros de
vivir en una sociedad fuertemente automatizada son muy elevadas y necesitamos
cambiar nuestra sociedad, empezando por las escuelas, para que sean capaces de
pensar y adaptarse en una nueva economía automatizada. Es curioso como
prácticamente hacemos lo contrario, creando día tras día personas que poco
difieren de autómatas. Está claro que el horizonte laboral cambiará
radicalmente en los próximos 20 años. Los robots, definitivamente, están de
camino, pero aún no han llegado. Éste es un proceso lento que nos permite (si se
quiere) adaptarnos a él reformando leyes y educación.
¿Qué impacto tendrá en nuestro futuro sostenible?
Seguramente, esta sea una
de las preguntas sobre el Internet de las Cosas más importantes ya que su
respuesta nos ayudará a entender porque se está generando tal revuelo. El
Internet de las Cosas puede reducir significativamente las emisiones de
carbono a la atmósfera, convirtiendo industrias y negocios en centros mucho
más eficientes. Por ejemplo, el control adecuado y eficiente de las farolas,
permitirá ahorrar el 40% del total de la energía que hoy por hoy están
empleando. Otro ejemplo sería emplear sensores para recolectar información sobre
el rendimiento y meteorológica en turbinas eólicas, empleando dicha información
en optimizar el proceso mediante la orientación de las palas, lo que permitiría
generar cerca de un 20% más de energía.
¿Qué ocurre con el Big Data y la Privacidad? En el Internet de las Cosas, el desarrollo del Big Data solo puede conseguirse a través de información segura, y la información segura solo puede obtenerse de
dispositivos seguros. De esta forma están profundamente relacionados
privacidad y Big Data. [caption id="attachment_1434" align="aligncenter"
width="300"]
"Please!"
de Josh Hallett - https://www.flickr.com/photos/hyku/368912557\[/caption\] Ya
hice un post donde hablaba sobre
la privacidad en el Internet de las Cosas
donde ya hacía hincapié en la necesidad de crear leyes y normativa que protejan
al consumidor y hagan de salvaguarda de su privacidad. Una vez conseguido
ello, se pueden conseguir auténticas maravillas gracias al Internet de las Cosas
¿El Internet de las Cosas es seguro o una nueva amenaza? Según Europol, el creciente interés en el Internet de las Cosas podría convertirse en un
día de campo para los delincuentes cibernéticos, puesto que crea
un vector de ataque mucho más amplio. Por ello, debemos mezclar una regulación
inteligente con una mayor concienciación social. Los gobiernos deberían
controlar adecuadamente este nuevo tipo de industrias, asegurándose que sus
medidas de protección son eficaces evitando que datos y privacidad de terceros
se vean expuestos por negligencias. [caption id="attachment_1993"
align="aligncenter"
width="640"]
Vía Flickr[/caption] En
mi opinión, esto es mucho más fácil de decir que de hacer: un gobierno no
debería ser el arbitro de la evolución tecnológica, aunque si tienen un papel en
el establecimiento de buenas prácticas. El desarrollo de estas nuevas amenazas
debe ir siempre acompañado por organizaciones no gubernamentales de seguridad
cibernética capaces, desde el amplio conocimiento de la técnica, adoptar
soluciones adecuadas. ¿Crees que me he dejado en el tintero alguna pregunta
interesante? A través de los comentarios responder todas tus dudas. No te
olvides tampoco de compartir esta entrada en las redes sociales. ¡Un saludo!